Avance Cubano contra el cáncer de pulmón

La mejora de las relaciones entre los gobiernos de USA y Cuba comienza a dar sus frutos en terrenos que van alén de lo rigurosamente político. Y es que el Centro de Inmunología Molecular de La Habana y el Instituto Roswell Park contra el Cáncer de la ciudad de Nueva York, terminan de firmar un pacto para exportar a EE UU una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón desarrollada en los laboratorios de la isla caribeña. La vacuna recibe el nombre de CIMAVax-EGF, y fue desarrollada en dos mil once, si bien ha sido ahora cuando el gobierno cubano ha concedido al fin la autorización para comercializarla en su país, despertando de esta manera el interés de los laboratorios estadounidenses.

Esta vacuna no actúa de manera directa contra los tumores. Lo que hace es inhibir la producción de una proteína generada por dichos tumores que, al llegar a la sangre, se expande por el organismo produciendo nuevas células tumorales. En resumen, que la vacuna no supone la sanación automática de la enfermedad, mas puede eludir su desarrollo cuando está en fase incipente y aumenta la tasa de supervivencia de los pacientes.

Todos y cada uno de los estudios efectuados revelan que, desde dos mil doce, el cáncer de pulmón es la primordial causa de muerte en Cuba, algo que los especialistas vinculan al elevado consumo de cigarrillos puros entre los habitantes de la isla. De ahí que, la investigación para desarrollar posibles tratamientos era prácticamente una urgencia nacional. Hay que decir que ha sorprendido, y mucho, internacionalmente, este notable éxito de la medicina cubana. Mas, quienes conocen el tema aseguran que los laboratorios de la isla llevan múltiples décadas volcados en el estudio de las enfermedades epidemiológicas, desde el instante en que Cuba padeció una horrible epidemia de dengue en mil novecientos ochenta y uno, un brote que llegó a afectar a treinta y cinco personas. Sobre este tema, Candace Johnson, estudiosa de los laboratorios del Institute Roswell Park, ha afirmado que: “Estoy impresionada con el enorme nivel de los estudiosos cubanos. Es un genuino milagro de la ciencia, puesto que han encontrado el secreto para, con presupuestos verdaderamente irrisorios, hacer considerablemente más de lo que en ocasiones somos capaces de conseguir “.

Con todo, el peruano Elmer Huerta, presidente de la Sociedad Americana del Cáncer ha querido rebajar las esperanzas que un medicamente de esta clase pueda ocasionar declarando que: “El Cima-Vax no conserva o bien previene del cáncer del pulmón, sino más bien es más bien un fármaco que está desarrollado para emplearse cuando el cáncer del pulmón esta ya avanzado y también insanable, añadiendo unos 5 meses de vida al paciente con enfermedad terminal. Aunque es cierto es fundamental añadir tiempo y calidad de vida al paciente con cáncer, hay que matizar que este producto puede despertar falsas esperanzas”.