El Cementerio de la Recoleta comenzará a cobrar entrada a turistas nacionales y extranjeros.

A partir de éste lunes 04 de abril, el Cementerio de la Recoleta, situado en la calle Junín 1760, comenzará a cobrar entrada a los turistas nacionales y extranjeros, que quieran conocerlo. 

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dispuso que la entrada al Cementerio de Recoleta para  los turistas extranjeros tenga un costo de $ 1.400, y para los turistas locales será de $ 700, siempre que vayan en grupos de visitas turísticas, con guías o agencias. 

En tanto, el ingreso seguirá siendo gratuito para todas aquellas personas que quieran ir de manera individual, jubilados y grupos de estudiantes, de todos los niveles educativos de las escuelas públicas porteñas.

La medida está contemplada en la ley 4.977 aprobada por la Legislatura de la Ciudad en el 2017, la cual establece el arancelamiento del servicio del cementerio, y el cobro de entradas a los visitantes, para la creación del “Fondo de Garantía Turística de los Cementerios de la Ciudad de Buenos Aires”.

Todo el dinero recaudado será para renovar el Panteón del Cementerio de Flores, la restauración de la Galería del Cementerio de la Chacarita, la instalación de nueva señalización y para sumar más personal de vigilancia en el Cementerio de Recoleta.

Los visitantes que quieran comprar entradas para recorrer el cementerio, deberán ingresar al sitio web de la Dirección General de Cementerios: www.buenosaires.gob.ar/cementerios, generar un usuario con sus datos personales, seleccionar la cantidad de tickets y la forma de pago.

El Cementerio de la Recoleta siempre ha atraído muchos turistas, ya que es una obra de arte en sí mismo, y porque contiene bóvedas de personas muy reconocidas, Vicente López y Planes, Juan Manuel de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, Eva Duarte de Perón, Adolfo Bioy Casares, Raúl Alfonsín, Victoria Ocampo, y Luis Federico Leloir, entre otros.

Fue inaugurado el 17 de noviembre de 1822 y se transformó en el primer cementerio público de la Ciudad de Buenos Aires. Su valor arquitectónico es una referencia de los tiempos en que nuestro país era una potencia económica en ascenso a finales del siglo XIX, por tal  motivo las familias más adineradas de la ciudad comenzaron a mudarse al barrio de Recoleta,  y a construir sus lujosos panteones en esta necrópolis del barrio residencial céntrico de la ciudad.

Muchos de sus mausoleos, fueron creados por reconocidos arquitectos de la época, y el Cementerio de la Recoleta  fue declarado “Monumento Histórico Nacional” en 1946.