Un material que los científicos habían inventado, también existe en la naturaleza.

Uno de los nuevos materiales más interesantes para la ciencia son parte de una clase de sólidos porosos conocidos como materiales metal-orgánicos estructurados o bien MOFs por sus iniciales en inglés. Afines a esponjas en su estructura, se desarrollaron en la década de mil novecientos noventa y los estudiosos los usan para almacenaje de hidrógeno, la atrapa de carbono o bien en energía fotovoltaica.

Ahora, una sorprendente descubrimiento efectuado por científicos de Canadá y Rusia revela que los MOFs asimismo existe en la naturaleza, si bien sea en forma de minerales extraños encontrados hasta el momento solo en minas de lignito de Siberia.

El descubrimiento, publicado en la gaceta Science Advances, “cambia por completo nuestra visión de estos materiales como algo únicamente artificial – apunta Tomislav Friščić, uno de los autores del estudio –. Esto plantea la posibilidad de que podría haber otros materiales MOFs en la naturaleza de los que todavía no sabemos nada”.

El camino cara el descubrimiento empezó hace 6 años, cuando Friščić se halló con una mención sobre 2 minerales, la stepanovita y la zhemchuzhnikovita en una gaceta canadiense de mineralogía. La estructura cristalina de los minerales, hallados en Rusia entre los años mil novecientos cuarenta y mil novecientos sesenta, no se habían determinado absolutamente. Mas los especialistas rusos que los descubrieron habían analizado su composición química y los factores básicos de sus estructuras, usando una técnica famosa como la difracción de polvo de rayos X. Para Friščić, esos factores mostraban que los minerales podrían ser a nivel de estructura afines a un género de MOF.

Esto despertó su curiosidad y empezó a buscar muestras de esos minerales extraños. Para esto se comunicó con 2 sobresalientes especialistas rusos: Sergey Krivovichev, maestro de la Universidad Estatal de la ciudad de San Petersburgo y también Igor Pekov, de la Universidad Estatal Lomonosov, de la ciudad de Moscú.

Krivovichev y Pekov fueron capaces de conseguir las muestras originales de aquellos 2 minerales que se habían encontrado en una mina de lignito en las profundidades de Siberia. Los especialistas rusos asimismo fueron capaces de determinar las estructuras cristalinas de los minerales. Estos descubrimientos confirman los resultados iniciales de Friščić.

Como resultado, Friščić y su equipo están ampliando su investigación para determinar si hay otros minerales, más rebosantes, que tengan estructuras porosas afines a los MOFs y que sean convenientes para usos como el almacenaje de hidrógeno o bien inclusive la administración de medicamentos.

En todo caso, el descubrimiento “es un cambio de paradigma – concluye Friščić – si lo hubiese sabido en los años mil novecientos sesenta, el desarrollo de materiales MOFs, se podría haber adelantado treinta años.”