Salvando buzones: la estrategia de los sub 35

Los porteños mayores de 35 años buscan conservar la tradición de los buzones de la Ciudad. Estrategias, sueños y la necesidad de dejar todo como esta para sentirse como en los años 90 años detalles.

Sostener la tradición es una forma de mantener vigente un tiempo que paso. Ese es el concepto que tienen la generación de los porteños mayores de 35 años que intentan salvar los 175 buzones de la Ciudad de Buenos Aires.

En décadas anteriores os buzones eran un ornamento infaltable. Corría el año 1858 y los mismos eran el furor de la época. Representaban la esperanza de recibir una noticia lejana, algún sobre que contendría esperanzas, declaraciones o pedidos importantes. En palabras de hoy representaban el dispositivo móvil o el whatsap del que todos estamos pendiente.

En un comienzo eran de color rojo fuerte y tenían una forma particular. Estaban en la mayoría de las esquinas porteñas y representaban a la Gran Ciudad.

Dos siglos después cuando ya parecían inamovibles el Director General de Correos, Postas y Caminos promulgó un nuevo decreto para que desaparezcan ante la posibilidad de nuevos modelos.En la mayoría de las esquinas porteñas este ícono rojo desapareció sin dejar huellas, y las pocas que los conservan lo hacen, por lo general, en malas condiciones: vandalizados, despintados, descascarados y hasta repletos de basura.

Hoy solo son el recuerdo de una época de progreso del país. No representan más que un buzón antiguo para las nuevas generaciones. Sin embargo para lo que recuerdan la época dorada, representan mucho más que un buzón antiguo.

“Los buzones son mojones o hitos en medio de Buenos Aires. La mayoría están ahí desde hace casi un siglo o incluso más, es decir, antes que casi todos nosotros. Son referencias en la gente mayor de cartas a familiares que vivían lejos, amores, puntos de encuentro”, describe Matías Profeta, creador de Rescatando Buzones, una asociación que se interesa desde 2014 por preservarlos del olvido, la desidia y la pérdida de identidad porteña.

Existen en el país 1400 buzones de éste tipo distribuidos a lo largo del territorio argentino. Solo en la Ciudad de Buenos Aires existen 175 pero solo se usan 20 de ellos.

Hace 3 décadas os mismos eran el destino de al menos 400 cartas por día pero hoy ni siquiera superan las 10.

A pesar de la disminución importante de las cartas, el recorrido de los carteros se mantiene vigente.

La mayoría de los que aun envían cartas lo hace por una cuestión no de comodidad sino de sentirse más cercano con el otro. Letra, papel y perfumes son algunas de las sensaciones más lindas que experimentan as personas adultas cuando recién un correo postal.

 

Así la generación de los porteños sub 35 decidió restaurar, pintar y enmendar todo correo que exista en las calles de la Ciudad con el solo fin de conservar parte de la historia mas linda de Buenos Aires.