Una casa muy peculiar a metros del Obelisco

Este año es el 91 aniversario de la construcción  de una casita de dos niveles y un altillo, cerca del obelisco. Hasta aquí no es nada sorprendente, ya que en Buenos Aires hay construcciones de esa edad y más antiguas aún.  Pero por qué esta casita es tan particular?  No es una casa cualquiera, ya que se encuentra contruida en la terraza de un edificio de nueve pisos.

Don Rafael Díaz, su ideador, fue un inmigrante Español que se vino ” A hacer la América “ como tantos otros, y que se dedicó al trabajo duro. Durante muchos años fue empleado en una pequeña tienda y con el tiempo, ahorrando cada centavo, fue creciendo y creciendo.

Su empleador veía gran entusiasmo en Don Rafael,  podía sentir sus ganas de progresar, y poco a poco ese esfuerzo fue dando sus frutos.  En un momento le dijo…. “Usted se va a ganar un chalecito en el cielo”

Años después  Rafael tomó esas palabras “muy literales” y se construyó una casita en la cima del edificio.

El edificio de nueve pisos fue una importante mueblería: “ Mueblería Diaz”. Ubicada en Sarmiento y Cerrito que llegó a enviar muebles a todo el país. Don Rafael pasaba largas jornadas trabajando alli. El vivía con su familia en Banfield, partido de Lomas de Zamora, pero las largas jornadas le impedían un apropiado descanso, por lo que decidió construir el chalet, para almorzar y dormir la siesta.

Su negocio fue todo un exito. Durante muchos años está emblemática casita era la mejor publicidad para su negocio, ya que todos la conocian como “La casita de arriba de la muebleria”

10 años más tarde en 1937, Don Rafael, con solo mirar por su ventana, pudo apreciar bien de cerca y a gran altura, la construccion del obelisco y la inaguración de parte de la avenida 9 de julio, era casi como ver la ciudad desde el cielo.

Una vez que Don Rafael falleció, en los años 70, parte de la muebleria fue alquilada, y la casa tuvo diversos usos.

En el 2014 la declararon Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Por lo que no puede ser modificada sin consentimiento y autorización.

Durante muchos años apenas si se la podia observar, ya que se colocaron al frente grandes carteles de diversas publicidades, dejandola casi escondida.

Hoy se encuentra vacia y cerrada hasta que los herederos de la familia solucionen sus diferencias. Ha sido y sigue siendo objeto de curiosidad para los turistas y peatones que visitan Buenos Aires, en especial para esos que miran por lo alto, y descubren esta pequeña casita en las alturas  de la Ciudad.