¿UNA NUEVA AGUA?

Desde los primeros años de educación aprendemos sobre los diferentes estados de la materia. Y el agua es seguramente el ejemplo más usual. Esencialmente, cualquier materia está formada por muchas moléculas que pueden disponerse en un determinado número de configuraciones en dependencia de su energía total. A temperaturas más altas (o sea a mayor energía), las moléculas tienen más configuraciones posibles y por tanto están más desordenadas y pueden moverse parcialmente libremente: es la fase gaseosa. Cuando la temperatura desciende, las moléculas tienen un número más limitado de configuraciones y forman una fase o bien estado más ordenada (un líquido). Si la temperatura baja todavía más, se organizan en una configuración muy específica: sólido.

Mas la temperatura o bien la energía no es la única variable que puede afectar al estado de un material. La presión asimismo es esencial. Desde principios de la década de mil novecientos noventa, los estudiosos han ofrecido pruebas tanto a favor como contra la idea de que el agua líquida puede deambular en 2 formas cuya densidad (esto es, el número de moléculas de agua presentes en un volumen determinado), es de forma notable inferior o bien superior al estándar de un gramo por centímetro cúbico. Lo dicho: la presión podría trastocar el estándar de medida que llevamos años dando por válido. Mas la tecnología no había tolerado probar quienes estaban en los adecuado y quienes no.

Ahora, un conjunto de especialistas de la Universidad de Nebraska-Lincoln aseveran tener una contestación. Llevar agua a una alta presión y en un contenedor verdaderamente apretado revelaría nuevas peculiaridades del líquido elemento.

En una investigación, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, el equipo, dirigido por Xiao Cheng Zeng, ha simulado la reacción de agua líquida al ponerse en un nanotubo de carbono cien veces más delgado que un pelo humano, mientras que se juega con la presión. Y los resultados mostraron que se consiguen configuraciones de altas mas asimismo de bajas densidades.

El equipo efectuó simulaciones por computador, sometiendo el agua a la presión en los nanotubos y a una temperatura de unos seis con seiscientos sesenta y seis grados , insinuando que en esas condiciones pasaría a una forma de baja densidad ya antes de congelarse, para entonces fundirse en una forma líquida de alta densidad.

“Este ha sido un Santurrón Grial, para poder ver si hay 2 géneros de agua líquida – apunta Zeng en un comunicado –. La sorpresa fue que cuando aumentamos la presión, el hielo se fundió nuevamente. Algo que no aguardábamos. Aunque se trata de una simulación, afirmaría que tiene una enorme posibilidad de ser confirmada en laboratorios”.

El descubrimiento sería esencial en diferentes campos. Por servirnos de un ejemplo, si sabemos que los cambios en el entorno, como la temperatura o bien la presión, provocan cambios en las propiedades físicas, esto puede utilizarse en diferentes géneros de sensores.