¿Vivirías en edificios hechos con huevos sintéticos?

Las urbes de en nuestros días se edifican con hormigón y acero – mas ciertos estudiosos de Cambridge piensan que las urbes del futuro deben regresar a la naturaleza a fin de que puedan respaldar a una población cada vez mayor, al tiempo que sostiene las emisiones de carbono bajo control.

El hormigón y el acero son responsables de la décima una parte de las emisiones de carbono en el mundo entero. Antes que lleguen al lugar de construcción, han de ser procesados a temperaturas muy elevadas, lo que requiere un sinnúmero de energía. Y, no obstante, las grandes ciudades son totalmente dependientes de estos 2 materiales no sustentables.

Para mudar esta tendencia, ciertos científicos están estudiando en formas de producción de acero y hormigón más eficaces en términos energéticos o bien en encontrar el modo perfecto de usar menos cantidad. La bioingeniera Michelle Oyen, del Departamento de Ingeniería de Cambridge, prefiere mudar las tornas por completo, y crear nuevos materiales de construcción que sean fuertes, sustentables y se inspiren en la naturaleza.

“Lo que tratamos de hacer es repensar la manera en que hacemos las cosas – explica Oyen – . Los ingenieros tienden a solventar los inconvenientes con energía, la naturaleza con información”. Oyen trabaja en el campo de la biomimética y en su laboratorio edifica pequeñas muestras de hueso y cascarilla de huevo artificial, que podrían ser usados como implantes médicos, o bien aun como materiales de construcción con emisiones próximas a cero.

De la misma manera que su contrapartes biológicos, el hueso y la cascarilla de huevo artificial están compuestos de proteínas y minerales. En el hueso, las proporciones de proteína y minerales son más o menos iguales – el mineral da rigidez y dureza, al paso que la proteína le proporciona tenacidad o bien resistencia a la fractura. En la cascarilla de huevo, las proporciones son diferentes: alrededor del noventa y cinco por ciento de minerales y el resto proteína, mas aun esta pequeña cantidad hace que la cascarilla de huevo sea durísima, teniendo presente lo delgada que es.

Al hacer el hueso artificial y la cascarilla de huevo, los componentes minerales se ponen de forma directa sobre “plantillas” de forma directa sobre colágeno, que es la proteína más rebosante en el planeta animal. “Una de las cosas más interesantes – explica Oyen – es que los minerales que componen el hueso que fabricamos se forman a lo largo del colágeno, al tiempo que los de cascarilla de huevo lo hacen de modo perpendicular. Si combinamos las dos estructuras, podríamos conseguir un material más fuerte”.

En su laboratorio, Oyen y su equipo han fabricado estos materiales por medio de un proceso que puede ser sencillamente ampliado y, pues el proceso se realiza a temperatura entorno, requieren poquísima energía para su producción. Por el momento solo hay 2 obstáculos: se requieren grandes cantidades de colágeno, una proteína animal, y Oyen está procurando crear un símil artificial y “luego va a ser preciso mudar la visión de la industria de la construcción, demasiado arraigada anteriormente en lo que se refiere al empleo de materiales”, concluye la especialista.