Confitería del Molino: Patrimonio Cultural de Todos y cada uno de los Argentinos

Fue estrenada un 9 de julio de mil novecientos dieciseis. Por esta histórica confitería, bar, repostería y restaurante, situada frente al edificio del Congreso Nacional, pasaron numerosas y reconocidas personalidades de este país y del planeta.
Fue el  punto de encuentro para tomar el té y compartir sus deliciosas masitas, medialunas, pan dulce, entre otras muchas maravillas del arte culinario. Carlos Gardel, Eva Perón, Leopoldo Lugones, Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios, Nini Marshal, el tenor Tito Schipa, se dieron cita, seducidos por la belleza de esa construcción desde una arquitectura art-noveau. Planta baja, primer piso, 3 subsuelos. Confitería, salón de fiestas, cocina con planta de preparación de productos, bodegas, factoría de hielo y taller mecánico. ciento cincuenta metros cuadrados de vitraux. En suma, cuenta con veintidos pisos. Un genuino distintivo de la Urbe y del país en su conjunto, después del esplendor, la caída…El veintitres de febrero de mil novecientos noventa y siete, cerró sus puertas. Los intentos por conseguir el rescate, fallaron y la economia del país, no cooperó demasiado a fin de que la Confitería del Molino prosiguiera siendo un genuino espacio, referente cultural, testimonio de nuestra identidad.
El veinticuatro de octubre de mil novecientos noventa y siete, fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Después de años de abandono, solo polvo, deterioro y la carencia de mantenimiento son más que evidentes. La situación asimismo alcanza a los increíbles vitraux, tan propios, a la mampostería, al lado de todos y cada uno de los detalles de ornamentación traídos desde Italia por el arquitecto técnico del edificio, Francesco Gianotti.
En tanto, la Cámara de Miembros del Congreso de los Diputados, aprobó el proyecto para expropiar la Confitería del Molino, con el propósito de re-abrirla. El Poder Ejecutivo Nacional va a adquirir el inmueble y después, va a deber trasferirlo sin costo al Congreso. La iniciativa contempla, aparte de la propuesta gastronómica, la creación de un museo y de un centro cultural. La obra demandaría unos cien millones de pesos y se estima, que podría hacerse entre dieciocho y veinticuatro meses.
Desde la expropiación, la Familia Rocatagliatta dueña del inmueble, va a deber admitir las condiciones que broten del Tribunal de Tasación de la Nación. Solo la Confitería tiene una superficie próxima a los cinco mil metros cuadrados.