Un grupo de expertos en arqueología investiga las evidencias dejadas por los primeros habitantes de la región de Patagonia.

Un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de la Plata y el Conicet se ha dedicado durante tres décadas al estudio de los primeros pobladores de Patagonia en la localidad de La María, al sur de la meseta central de Santa Cruz. Bajo la dirección del investigador Rafael Paunero, han descubierto un registro de ocupación humana que abarca doce mil años e incluye tecnología lítica (herramientas de piedra con diversas rocas y minerales), restos de fogones y pinturas rupestres.

Los estudios indican que en esta región habitaban sociedades nómadas que se movían de manera planificada dentro de territorios socialmente definidos. Sus prácticas cotidianas involucraban trabajo, juego, obtención de recursos, selección de lugares de acampada, así como actividades como la pintura, la fabricación de ropa y herramientas.

Estas sociedades tenían un conocimiento integral de sus territorios y establecían estrechos vínculos con el paisaje, los animales, las plantas y los minerales. Se evidencia que cazaban guanacos, choiques y zorros, recolectaban plantas y huevos de aves, y se abastecían de rocas y pigmentos.

Los artefactos descubiertos en excavaciones indican que poseían conocimientos, habilidades y técnicas específicas para confeccionar instrumentos de piedra, hueso y madera. Además, utilizaban pigmentos para decorar y pintar las paredes, toldos, vestimentas y el cuerpo.

Las pinturas rupestres no solo cumplían una función decorativa, sino que también transmitían mensajes. Se observan imágenes claras de animales y escenas de caza, proporcionando pistas sobre cómo obtenían alimentos.

Estas investigaciones, aunque puedan parecer anecdóticas, ofrecen una visión histórica de más de 12 mil años en la provincia. Los hallazgos arqueológicos y el estudio de crónicas de viajeros permiten comprender cómo las comunidades utilizaron el fuego con funciones sociales, simbólicas y tecnológicas en la Patagonia durante milenios.

En la Cueva del Nido, por ejemplo, se demostró cómo las comunidades habitaban el espacio reiteradamente, fabricaban instrumentos en piedra y dejaban una gran cantidad de pinturas rupestres, algunas de las cuales presentaban manos superpuestas, probablemente utilizadas como señales de tránsito para transmitir confianza en la seguridad del lugar. El día de la arqueología en Argentina, celebrado cada 18 de septiembre en homenaje al nacimiento de Florentino Ameghino, destaca la diversidad de perspectivas y enfoques en la disciplina arqueológica. El equipo de investigación se centra en prospecciones, excavaciones y relevamientos de sitios con arte rupestre para recuperar evidencias materiales que arrojen luz sobre la organización social y la vida cotidiana de los primeros habitantes de la Patagonia, explorando sus relaciones con la naturaleza, las tecnologías que desarrollaron y sus formas de comunicación