Descubrimientos sobre la Leucemia

A lo largo de años, los científicos han observado un patrón en los pequeños que desarrollan cáncer. Aquellos que fueron a la guardería desde una edad temprana eran menos propensos a sufrir el cáncer infantil más común: la leucemia linfoblástica aguda (ALL por su iniciales en inglés). Ahora, una investigación de siete años semeja haber descifrado el mecanismo molecular que genera ALL. El trabajo explicaría porqué la exposición temprana a infecciones en lugares como jardines de infantes semejan resguardar contra la enfermedad y por qué razón las vacunas no relacionadas asisten asimismo contra esta clase de cáncer.
Para Mel Greaves, biólogo celular del cáncer del Instituto de Investigación del Cáncer de la Universidad de la ciudad de Londres, el descubrimiento ofrece una explicación para la hipótesis de que ha promovido a lo largo de mucho tiempo: cuando los bebés en las sociedades modernas están protegidas de las infecciones de rutina, sus sistemas inmunes son más propensos a reaccionar de forma exagerada a lo largo de las infecciones siguientes, allanando el camino para el ALL.
La mayoría de este género de cáncer en los pequeños se debe a un mal funcionamiento de las células B o bien linfocitos B, los exploradores del sistema inmune que patrullan el torrente sanguíneo en pos de intrusos como virus y bacterias. Ellos “fabrican” anticuerpos que asisten a combatir infecciones. Mas con la leucemia, el sistema inmune se vuelve desquiciado, generando, linfocitos B inmaduros y deficientes a una velocidad increíble mientras que desplazan a las células sanguíneas sanas.
Los linfocitos B son una maravilla de la adaptación. Conforme maduran, son capaces de reprogramar su ADN, dejando que el sistema inmune genere millones de linfocitos diferentes para combatir la extensa gama de infecciones. Para hacer esto se fundamenta en el trabajo de los genes activadores de recombinación (RAG, por sus iniciales en inglés) y de los inductores de activación de citidina deaminasa (AID). Los primeros cortan y pegan pedazos de ADN, al paso que los AID hacen el trabajo fino y se responsabilizan de cada nucleótido.
El equipo de Greaves sospechaba que, cuando este proceso falla, se introducen mutaciones que son las responsables de la leucemia. Para confirmar esto efectuaron una serie de ensayos en ratones con una anomalía genética vinculada a la ALL infantil.
Los científicos tomaron linfocitos B de ratón con este defecto genético. Ciertos de ellos eran capaces de generar RAG yAID y otras que solo producían una de las 2.
Cuando las células fueron inyectadas en ratones, los catorce ratones que recibieron los linfocitos B con las dos enzimas, murieron de leucemia. En cambio los otros estaban libres de la enfermedad hasta cinco meses después.
La teoría de los científicos es que las enfermedades de las que se contagian los más pequeños en las guarderías, en determinado sentido, adiestran al sistema inumonlógico a fin de que este aprenda a no cometer fallos desde edad temprana. El trabajo ha sido publicado en la gaceta Nature Inmunology.