Fin de semana de Jazz en la Usina del Arte

El trompetista estadounidense Dave Douglas y el pianista italiano Giovanni Guidi dieron una impecable jornada de Jazz en la Usina del Arte. Ambos demostraron porque son considerados dos inclasificables del género.

El fin de semana dejó buenos momentos para los amantes del jazz. El sábado, en el auditorio de la Usina del Arte, el trompetista Dave Douglas culminó una semana de trabajo con jóvenes músicos locales. Sebastián Loiácono en saxo tenor, Andrés Tarditti en saxo alto, Nataniel Edelman en piano, la colombiana Diana Arias en contrabajo y Leo Gerstner en batería, además del trompetista Mariano Loiácono que funcionó como coordinador, fueron los elegidos para acompañar al músico estadounidense durante las jornadas de su residencia artística en el centro cultural de La Boca. Juntos, ofrecieron un concierto notable.

Más allá del sentido formativo sobre el que se sustentaba el concierto, el sábado se escuchó muy buena música, tocada con propiedad y riesgo, entre otros menesteres pertinentes al mejor jazz. Distante del lugar del maestro, Douglas prefirió ser algo así como el “armador del equipo”. Favoreció, impulsó y distribuyó situaciones entre quienes sintió y trató como sus colegas. Cada tema abordado, de alguna manera, cumplió un objetivo dentro de la tensión expresiva y dinámica de un concierto.

El domingo, el fin de semana de jazz en La Boca culminó con la presencia de Giovanni Guidi, que con el auspicio del Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires ofreció un recital de piano solo en la sala de cámara. Con 33 años, el pianista italiano es una figura importante del jazz europeo. La cantidad y variedad de proyectos que lleva adelante lo colocan en la condición de inclasificable para los cansados receptáculos tradicionales del jazz. Las colaboraciones con Enrico Rava, el dúo Soupstar junto al trombonista Gianluca Petrella, un trío eléctrico con el bajista Joe Rehmer y el baterista Federico Scettri o el admirable trío clásico con Thomas Morgan en contrabajo y Joao Lobo en batería –con el que grabó This is the Day (2015) y City of Broken Dreams (2013), para el sello alemán ECM–, dan cuenta de las numerosas variantes estilísticas que es capaz de abordar un pianista de notables recursos técnicos, pero sobre todo un artista de un espíritu musical libre, que para su performance de piano solo en Buenos Aires eligió el camino de la construcción y el desarrollo a partir de la improvisación.