NOS ESTAMOS QUEDANDO SIN ARENA

Todos y cada uno de los veranos exactamente la misma historia. Con pequeños, con perros o bien sin ellos, es el instante del año en que nuestro vehículo más padece los efectos de la carencia de limpieza. Te montas en el asiento y todo pica, en ocasiones son pedazos de galletas. En otras ocasiones, patatas fritas o bien restos de cascarillas de pipas. Mas hay un factor que es el primero en discordia: la arena de la playa.

Te sorprenderá saber que un factor tan rebosante en tu vehículo en la época veraniega está amenazado: nos quedamos sin arena. Las razones no son otras que el empleo del humano con diferentes fines. A fin de que os hagáis una idea del volumen que el humano emplea, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Entorno, PNUMA, (UNEP por sus iniciales en inglés) ha calculado que extraemos unos cuarenta millones de tonelada por año de arena y grava. Como podréis imaginar, estas materias primas tienen un enorme empleo por la parte de multitud de campos, como a construcción, la electrónica o bien la fabricación de cristal y vidrio.

La cuestión es que absolutamente nadie se ha parado a meditar si la extracción tiene un límite, con lo que el recurso ha sido explotado hasta límites peligrosos. Tanto es de este modo, que se ha pasado de conseguir este producto en canteras, deltas o bien otras explotaciones, a recurrir a recogerlo en zonas de la costa. Sí. Ya nos quitaron los puestos y ahora, según parece, desean hurtarnos las playas.

La comunidad científica ha advertido en múltiples ocasiones sobre este tema, mas, como acostumbra a suceder hasta el momento en que es demasiado tarde, absolutamente nadie prestó atención a estas advertencias. En dos mil dieciseis, una investigación publicada en Trends in Ecology & Evolution, garantizaba que alrededor del sesenta y ocho por ciento y el ochenta y cinco por ciento de minerales que se extraen en nuestro planeta son arena. Por poner un ejemplo, si nos marchamos a zonas como el Delta del Mekong, encontraremos múltiples mafias que se lucran merced a esta materia prima.

La desaparición de la arena es un inconveniente más grave de lo que podría parecer en un inicio. Recordemos que un elevado número de comunidades de especies viven en este hábitat. Cuando a nosotros, podría afectar a cuestiones como el suministro de agua bebible, por lo charlar del inconveniente que causaría en muchos ámbitos la carencia de esta materia prima.

Conforme una investigación publicado últimamente en la gaceta Science, el ritmo al que se extrae la arena es un par de veces superior al que se renueva. Por este motivo, aconsejan que los gobiernos empiecen a regular esta cuestión antes que sea demasiado tarde.