Ver la vejez positivamente, clave para prevenir el Alzheimer y otras enfermedades

“El miedo a envejecer nace del reconocimiento de que uno no está viviendo la vida que desea. Es equivalente a la sensación de estar usando mal el presente.” Susan Sontag

Todos estamos atravesados por el tiempo y la finitud, y nada en el mundo nos lo recuerda más que la vejez y la fragilidad que la acompaña. Quizás es por eso que en nuestras sociedades occidentales nos aterra la idea de envejecer. Sin embargo, en un mundo que -a excepción del continente africano- envejece aceleradamente- es necesario que repensemos cómo tratamos a los adultos mayores, y qué ejemplos damos a los niños sobre ello -dado que las principales ideas que tenemos acerca de la vejez se forman en la infancia, aunque experiencias vivdas a lo largo de los años también pueden modificarnos-.

El punto es que las ideas que tengamos en torno a ser viejo marcarán cómo pasaremos esa etapa de nuestra vida. Así lo demuestran sendos estudios analizados por New Orb Media: lo que se piensa acerca de la vejez impacta en la salud y la calidad de vida de los mayores. Los ancianos que viven en países con bajos niveles de respeto hacia ellos, corren el riesgo de tener peor salud mental y física y vivir en la pobreza.

Becca Levy, profesora de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Yale en Estados Unidos, comenzó a investigar el tema en los ’90 con una corazonada: la imagen que tienen las personas mayores de sí mismas mejora si la sociedad los respeta, y a la vez esto puede influir en su fisiología, lo que impacta en su salud. En el transcurso de 25 años de investigación, Levy confirmó su corazonada: quienes tienen opiniones positivas frente a la vejez, viven más tiempo y envejecen mejor. Son menos propensas a deprimirse o sentir ansiedad, tienen un mayor bienestar y se recuperan más rápido de enfermedades discapacitantes. Pero además, la probabilidad de desarrollar demencia y mal de Alzheimer es menor en personas que ven la vejez con lente positivo.

“La manera en que una cultura trata a los mayores de la sociedad, les da a ellos algún sentido e ideas sobre cómo son valorados. Eso se mete en ellos, afecta su fisiología de diferentes maneras”, destaca Levy, y agrega que en un estudio encontraron que las personas mayores que tenían una opinión más positiva acerca del envejecimiento, tenían una ventaja de vida de 7,5 años sobre quienes albergaban ideas negtivas frente al envejecimiento. Por otro lado, los estereotipos positivos, se asociaron con una probabilidad significativamente reducida de desarrollar demencia.

“Las personas mayores que viven en países con bajos niveles de respeto hacia los adultos mayores corren el riesgo de tener peor salud mental y física y de vivir en la pobreza. Las investigaciones muestran que un simple cambio de actitud mejoraría las cosas enormemente”, expica Orb Media. A nivel mundial, la discriminación por edad es más común que el sexismo y el racismo, señala Alana Officer, asesora sénior de Salud en el Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la Organización Mundial de la Salud.

El tema es de gran actualidad porque, a excepción del continente africano, los países del mundo están envejeciendo a tasas aceleradas. Si continúan estas tendencias demográficas, 1 de cada 6 personas en el mundo tendrá más de 65 años llegando al año 2050, y cerca de 50, apunta Orb Media.

Fuente: Naciones Unidas

Según Marília Viana Berzins, trabajadora social brasileña y defensora de la población mayor, la vejez “es el logro más importante que haya alcanzado la humanidad en el siglo pasado”.

“Nos tenemos que reconocer a nosotros mismos como viejos con un enorme potencial que ofrecer, lo que implica cambiar actitudes.“(Marília Viana Berzins)

Es por eso que debe darse un debate público sobre cómo concebimos la vejez, que va más allá de los desafíos económicos y sociales que supone procurarle a la población mayor los cuidados y asistencia médica que necesita. La pregunta clave es: ¿Qué pensamos acerca de los viejos? ¿Podemos encontrarle algún significado a esta etapa de la vida? Un sentido, que haga que dejemos de pensar en ella como algo indeseable pero inevitable. Porque es a partir de ese pensamiento, en buena parte, que nace la falta de respeto hacia los adultos mayores, a los que en muchos países se percibe como una “carga”.

Según una encuesta de la Organización Mundial de la Salud, el 60% de las personas en 57 países reportaron bajos niveles de respeto hacia las personas mayores. Se los percibe como personas menos competentes y menos capaces que los jóvenes. Se los considera una carga pesada para la sociedad y sus familias, en lugar de valorarlos por poseer conocimiento útil, sabiduría y experiencia.

En los medios se trata a los adultos mayores habitualmente como la “clase pasiva”, lo que indica que, en términos productivos, ya no “rinden”, sino que sólo “consumen”, y por lo tanto, no son activos, escribió el rabino Daniel Oppenheimer. Agrega que, de una manera u otra, la vejez es considerada hoy en día como un mal necesario y, si se pudiera evitar, terminando la vida en la plenitud de la fuerza y de la energía, mejor. Sin embargo, la vejez puede ser vista como un regalo, una oportunidad nueva de ocuparse de ciertas cosas que no se hizo en la juventud, habiendo atravesado la experiencia educativa de los años.

“Mientras hay vida, hay oportunidad. Si físicamente, o aun mentalmente, el ser humano está limitado, su espíritu no caducó.” (Daniel Oppenheimer)

Desde este punto de vista, uno nunca se vuelve “pasivo”. Además, no es por nada que en varios países, los mayores sean considerados fuente maravillosa de sabiduría, y su palabra tenga mayor autoridad que la de una persona joven. Pakistán es uno de ellos.

Orb Media recopiló datos de 150.000 personas en 101 países para aprender de sus niveles de respeto hacia las personas mayores, y Pakistán estuvo entre los países con mayor puntaje. Lo que se explica, según Faiza Mushtaq, profesora adjunta de Sociología en el Instituto de Administración de Empresas en Karachi, en que el respeto hacia las personas mayores es una tradición arraigada en ese país. “A las personas mayores las han cuidado tradicionalmente sus familias, son consideradas la cabeza del hogar y están a cargo de tomar todas las decisiones hasta bien entrada la vejez. Sin embargo, como lo señala también la profesora Mushtaq, las estructuras familiares tradicionales se alteran a medida que más personas se trasladan a las ciudades, lo que hace más difícil cuidar de los mayores; y afirma que, sin un sistema de seguridad social estatal, muchos adultos mayores caen en la pobreza extrema”, explica Orb Media. Así y todo, “esta actitud hacia la vejez es una aceptación mucho más sana del proceso de envejecimiento, en vez de condicionar las propias nociones de bienestar, belleza y autoestima a la juventud”, considera Mushtaq.

Delfina_Korn

Nota Original