Nueva mano biónica

¿Es posible crear un brazo ortopédico que funcione con exactamente la misma naturalidad que uno normal? Ese sueño está ahora un tanto más cerca, merced a este renovador modelo creado por ingenieros biomédicos la Universidad de Newcastle, R. Unido. Se trata de una mano biónica pertrechada con un ojo artificial, y que deja al usuario sujetar cualquier objeto de forma prácticamente automática.

El ojo es realmente una cámara conectada a un programa de inteligencia artificial, que toma fotografías instantáneas del objeto que hay que sujetar, y procesa toda la información relacionada con su forma y tamaño, y con la distancia a la que se halla. Basándonos en esos datos, el sistema decide como es la mejor manera de coger el objeto, y manda la orden pertinente a la mano. Y lo mejor es que el proceso solo lleva unos milisegundos, lo que hace que esta extremidad ortopédica sea diez veces más veloz que cualquier otra ya existente.

Mas, a fin de que el sistema pueda tomar esa resolución, los autores de esta mano biónica le han desarrollado 4 modos básicos de agarre: uno poniendo la palma de la mano tal y como si se fuera a coger una taza; otro con la palma cara arriba, como cuando se sosten el mando de la televisión; el tercero formando una suerte de trípode con el pulgar y otros 2 dedos; y el último con el pulgar y el índice puestos en situación de tenaza.

El propósito es que el sistema utilice esos 4 modelos como referencia para cotejarlos con la manera y el tamaño de los objetos que se pretende sujetar.

Por el momento, esta mano biónica ha sido probada por 2 voluntarios que habían sufrido la amputación de uno de sus brazos, y los resultados han sido verdaderamente espectaculares, en tanto que sentían que podían coger cualquier objeto de una manera prácticamente instintiva.

Ahora, el sueño de sus autores es mejorar este prototipo, y empezar a trabajar en otro todavía más ambicioso. Aspiran a crear un modelo en el que los electrodos de la prótesis se fusionen con las terminaciones inquietas del brazo de tal forma que el cerebro y el miembro artificial tengan comunicación directa.

¿Lo conseguirán?