Una cena editada genéticamente

Científicos de la universidad sueca de Umeå han recurrido a la tecnología CRISPR para extraer con precisión un pequeño segmento de ADN de semillas de repollo. Exactamente las mismas entonces fueron cultivadas fuera del laboratorio. Una vez cosechado el fruto, el repollo logrado se sirvió con pasta, esto podría acreditarse como la primera comida editada genéticamente de la historia. Conforme con los comensales, el resultado fue buenísimo.

En dos mil doce, Emmanuelle Charpentier, de esta universidad sueca, fue una de las responsables del descubrimiento de la técnica de edición genética CRISPR-Cas9. Bautizada como la “navaja suiza de la ingeniería genética”, esta técnica puede editar con precisión el ADN.

Cuatro años después, su colega Stefan Jansson, maestro de biología molecular, empleó CRISPR en un repollo para quitar una proteína famosa como PsbS, que ayuda a desvanecer el exceso de energía de la luz, mutación que asimismo puede darse de forma natural. Las semillas se plantaron, germinaron en el mes de mayo y el fin de semana pasado se cocinó, frita en una sartén y servida con pasta, otras verduras y aliñada con yerbas y queso sueco. De el alimento gozaron Jansson y el cronista sueco Gustaf Klarin, quien aseguró que el repollo fue lo más sabroso del plato. Algo con lo que el estudioso estuve conforme, conforme un comunicado de la universidad.

¿Cuál es entonces la diferencia entre el proceso de la Universidad de Umeå y los comestibles cambiados genéticamente (GMO)? Autoridades de USA y Suecia, concluyen que el empleo de CRISPR no cae en la categoría de comestibles cambiados genéticamente puesto que solo se quitan genes y no se añade ninguno.