Dilema moral para los autos autónomos

Entre junio y noviembre de dos mil quince, un equipo de científicos dirigidos por Jean-François Bonnefon, de la Escuela de Economía de Tolouse (TSE) efectuó una serie de 6 encuestas en línea, para entender de qué forma deseaban, los participantes, que se comportase un vehículo autónomo.

Los resultados, publicados el día de hoy en la gaceta Science, apuntan una dualidad alarmante. Aunque la mayor parte aprobaba que estos sacrificaran la vida de sus pasajeros para salvar la de otros, en caso que estos últimos fuesen más, asimismo aseguraban que no estaban muy prestos a viajar en este género de turismos. La falta de consistencia ilustra una tensión social perceptible asimismo en otros aspectos en los que se encaran el bien personal y el común.

Por norma general, los participantes preferían un vehículo que los resguardara a ellos y asimismo a viandantes y otros conductores, lo que, conforme el estudio, sugiere que muchos desearían que los turismos autónomos llegasen al mercado, mas que los condujesen otros.
Este género de automóviles, tienen el potencial de eludir el noventa por ciento de los accidentes de tráfico, mas el sobrante diez por ciento precisaría que los vehículos tomaran complejas resoluciones éticas: ¿cuántas vidas se pueden salvar si choco? ¿Cuántas muertes se evitan si mueren los pasajeros a bordo?

Asimismo hay otras incógnitas, como por servirnos de un ejemplo las que afectan a los fabricantes: ¿Van a decidir salvar la vida de sus pasajeros y aceptar el peligro de ser señalados como ególatras o bien se van a inclinar por el bien común y van a poner bajo riesgo a sus clientes del servicio?

Para Felipe Jiménez, especialista en vehículos autónomos del Insia (Centro Superior de Investigación del Vehículo, perteneciente a la Universidad Politécnica de la capital de España) ”aún es prontísimo para esta clase de debates. Hablamos de un escenario con automóviles absolutamente autónomos, de nivel cinco, que conforme las predicciones más optimistas va a llegar en dos mil treinta. Hoy en día estamos en el nivel dos. En la cuarta etapa, que aparentemente empezará a suceder en dos mil veinte, los turismos todavía van a depender de nosotros para coger glorietas, incorporaciones difíciles o bien ir por áreas urbanas complejas. En el nivel más alto, el cinco, ya no van a tener volante, mas quizá en ese instante solo puedan circular por recorridos particularmente creados para ellos, con lo que las resoluciones que deberían tomar, conforme este estudio, no se darían”, señalaba. Nos queda mucha tecnología por desarrollar a fin de que comencemos a preguntarnos esta clase de cosas. Dicho escenario está todavía muy lejano”.